De todas la veces que Néstor Kirchner vino a Lomas de Zamora, recuerdo dos porque estuve presente.
La primera fue en el 2005 cuando estuvo en el club Atlético Temperley, para hacer entrega al intendente de 360 millones de pesos para obras en los arroyos Unamuno –que después CFK años más tarde inauguraría con el entubado completo del camino 12 de Octubre/Unamuno desde Las Heras Banfield hasta Recondo Fiorito- y del Rey.
La marca de ése acto la mencionó el ex presidente de la Nación, su molestia por el “faltazo” del intendente Jorge Rossi, ambos del mismo partido pero no del mismo palo. Increíble que un intendente no reciba al primer Mandatario Nacional, quién se lo hizo saber en su discurso: Por eso querido Gobernador (Solá), le agradezco mucho el estar junto a usted hoy y le digo al señor Intendente con todo cariño: “señor Intendente, usted que tiene la posibilidad y el honor de ser intendente de su pueblo, esté en todos los actos, más cuando vienen más de 360 millones de inversión que son para el pueblo lomense; esté, no se haga problema, no se deje presionar, esté presente.
Y en 2007 la inauguración del Barrio Obrero, ya con la presencia del intendente Rossi, el gobernador Solá y Cristina. El Obrero había nacido por la necesidad y el apuro electoral, las casas apenas terminadas, sin concluir muchos servicios, pero con la alegría de cientos de personas que recibían su vivienda. Una historia larga sobre cómo un barrio que nacía era absorbido por otro.
La “Ele” que ocupa las avenidas Facundo Quiroga y Giacchino, encerraban al barrio Obrero. Todo por un conflicto que Rossi había tenido con sus habitantes, quiénes no quería ceder ésas propiedades para hacer un polo comercial-industrial a cambio de irse al fondo del nuevo barrio.
Hoy que es día -oct/2020- de entrega de viviendas del Plan Procrear, quería recordar a un día de los 10 años de la partida del Néstor, ésa cosa que tenía que pocos tienen y fue cumplir con una premisa peronista: mejor de que decir es hacer, mejor que prometer es realizar.
Néstor tenía ésa cualidad que a los argentinos nos enamora, decir en la cara las cosas como son, la pasión por la gente y el abrazo popular, el hacer cotidiano, la militancia como premisa, la defensa de los DDHH, y de las mayorías, los más vulnerables.
Recuerdo una entrevista que hice en el barrio El Faro y La Loma (Cuartel IX, Villa Centenario) que Néstor siendo candidato a diputado nacional en 2009 caminaba el barrio junto a Rossi –intendente de LDZ- y varios vecinos le recriminaron al presidente una promesa de hacer la calle principal Gaona, desde Martín Rodríguez a Lisandro de La Torre –que después se concretó. Ahí nomás Néstor le dijo a Rossi: Jorge, ¿Qué hiciste con la plata que te mandé para hacer ésta calle de punta a punta? Sin pelos en la lengua, la gente aplaudió a rabiar ésa actitud. Y así era, más pueblo que funcionario y más calle que presidente. Por eso se lo recuerda en todos lados, en avenidas, instituciones, medios de comunicación, barrios.
También recuerdo cuando Duhalde coqueteaba con de la Sota para que sea presidente, antes de llamar a Néstor. Lo había traído a Lomas a dar una charla en la confitería Miguel que quedaba en avenida Meeks, hoy ya no existe más. Luego se fue al incipiente Galpón de Juan María Viñales. La gente no lo quería a De la Sota, Budge no lo aplaudía. Y así se fue cayendo su deteriorada y poco imagen.
Comparto ése discurso de Néstor en el CAT, un recuerdo para tener en la memoria, para que aprendan muchos que se dicen militantes y lo levantan a viva voz, pero hacen lo que él tanto criticaba, a los aduladores, vendidos, funcionales al dinero más que al amor por la gente.
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