Fondo si/Fondo no, el fondo de la cuestión es el hambre y la inflación.


La idea de una inflación y economía que se come el salario de trabajadores/as y de la clase media, es una enorme dificultad para ser una Nación Justa, Libre y Soberana.

Hoy la economía se come el salario de millones. Para no ser pobre en nov2021 una familia tipo necesitó 72 mil pesos por mes.


No voy a dar valores de la canasta básica alimentaria, la mayoría la conoce y las mayorías la padecen. Es una cuestión ideológica y de clase: la primera tiene que ver con la mirada de país que piensa la clase política, las necesidades de las familias, la mirada sobre la soberanía económica y la justicia social; la segunda tiene que ver con el lugar en el que están parado o se sienten identificado: clases trabajadoras, clases estudiantiles, media, acomodada, alta, agronegocios, propietaria, empresarial, financiera. militar, ecológica.

Sin dudas que muchas de éstas clases se juntan y completan en un calendario de opciones por los que pugnan y tensionan el sistema político y económico mundial. Hoy estamos discutiendo sobre si pagar o no al FMI (Fondo Monetario Internacional, subsidiario de las grandes potencias), una deuda ilegal y anti país. La discusión es si pagamos o no. Si los hacemos de alguna manera, aunque sea de a plazos con acuerdos de años, estaremos admitiendo la deuda y por ende, las consecuencias.

Si no pagamos, la advertencia es: vas a ser una isla como Cuba, o van a venir por vos los buitres a cobrarse en la Justicia internacional. De todas maneras, FMI, BM, ONU, OMC, OMS y cualquier organismo internacional de mediación y crédito, de trabajo, salud etc, forma parte del poder supranacional, vamos a perder estemos donde estemos.

¿Qué hacer? Hay varias opciones, aunque sabemos que significan enfrentar a poderes económicos y mediáticos muy fuertes. Todas éstas opciones son la inversión, crecimiento y fortalecimiento del sistema financiero estatal.

Expropiar cuentas en el exterior no declaradas -y por ende en negro, evasoras- y con ellas pagar la deuda. Cerca de 400 mil millones de dólares hay en paraísos fiscales, sólo de lo que se conoce. Estos entes delictivos y evasores, deben pagar dentro del país las deudas ya sea con activos o con efectivo. ¿Gusta, hay consenso? Pues no hay ni gusta a los poderosos, aunque si logramos convertirnos en un país de ésta manera que castiga a una sociedad perjudicial puede que el sistema cultural y económico empiece a enderezar.

La ética japonesa, noruega o finlandesa nos encanta para ponerla de ejemplo pero no, para hacerla práctica.

El poder manda y es impune, dice la realidad. Tal vez, son más de lo que creemos los que están en ésa vereda, pero critican por fuera aunque están adentro. ¡Si! moral, valores, don de buenas gentes, solidarios son hechos que miles aducen tener pero seguramente no corresponden con los hechos.

Los que gritan: defendamos la República, son los primeros de la lista de inmorales: se encuentran empecinados en apañarse detrás de leyes que les dan poder e impunidad; para ellos las «cuevas o guaridas fiscales» no son un delito sino no confiar en el país, para ellos hacer dinero con el Estado siendo parte de él, no es delito, es oportunidad. Hay que acabar con ése discurso falaz.

Entonces, volviendo al tema central, pagar o no pagar, la respuesta es simple, Hay herramientas legales y a mano, sólo que hay que enfrentar poderes de los cuales muchas veces -o la mayoría diría- el poder político, judicial y mediático forma parte.

Pero que existen formas de no castigar al Pueblo, las mayorías para bajar inflación, aumentar producto bruto interno, generar industrias productivas, una sociedad en donde no haya millones de hectáreas de tierra en pocas manos cuando hay millones de personas sin acceso a vivienda ni terreno porque es imposible adquirirlo.

Lo que es exuberante, lo que es harto millonario se hizo sobre la ruina, la sangre, la esclavitud y matanza de millones de personas. No hay poder sin consecuencias.

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