Pichetto en Lomas de Zamora: presenta libro con críticas al gobierno nacional y movimientos sociales


El auditor general de la Nación (en representación de la Cámara de Diputados de la Nación hasta 2024), Miguel Pichetto apareció en Lomas de Zamora para presentar su libro «capitalismo o pobrismo», una excusa editorial para intentar instalarse políticamente en el conurbano bonaerense y la provincia de Buenos Aires con aires de precandidato a gobernador.


En el derrotero de mi profesión periodística he visto y confirmado, como muchos políticos han sido los generadores de distancias y grietas económicas, sociales y políticas como así también de excelentes políticas de Estado para las mayorías. Son los menos, pero los hay. La mayoría diría puede caber en ésta axioma: Políticos ricos, trabajadores pobres. Y no es que no se esfuercen los trabajadores, sino que son muchas veces utilizados para flexibilizarlos, sin posibilidades de capacitación con fines netamente económicos, pero para las empresas.

Lo bueno de opinar con argumentos y respecto, hace al real debate. Pero el poder de decisión es lo que hace a un país, es lo que lo lleva hacia un destino u otro.

No creo que pueda interesarle mi opinión a Pichetto, pero esperaba más de un político de su trayectoria longeva, quien supo defender leyes como senador durante 19 años dentro del Frente de Todos en el Senado Nacional, político que hace más de 30 años vive del Estado, éso sí.

Esperaba ver a un político con ideas claras y propuestas sin grietas, pero nada de éso sucedió. Casi nada habló de su libro; sólo señaló que refiere a ideas para justamente el debate, ya que considera que no hay ideas en el país; ésas ideas que menciona parecen ser : críticas a la vicepresidenta de la Nación de manera especial, a Juan Grabois de manera casi constante (fundador y referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), y reivindicar a Roca y su «toma» de la Patagonia.

A Cristina la llamó «la dueña del poder», al otro, el «jefe de la pobreza». Al presidente Fernández lo dejó en un lugar de jefe de Estado sin programa, sin cuerda y con la posibilidad de un cadalso inminente sino mejora el rumbo económico.

Siguió con su derrotero de grieta fatal con el Papa Francisco, a quien llama «el cura»; aseguró: «el Papa es una voz de una potencia extraordinaria en el plano espiritual pero si habla de política y economía estamos en el mismo nivel».

Le dolió a su parecer, que la Iglesia a través de el Pontífice haya dicho que la propiedad privada debe ser social y es un derecho secundarioél piensa que la propiedad privada es un derecho fundamental inherente a la libertad y justo ahí menciona a Grabois: «si la propiedad privada es un derecho secundario puede venir Grabois y ocupártela, y ésto es lo que pasa, ocupan casas o campos», disparó. Se olvida Pichetto que la propiedad privada de los terratenientes y la oligarquía en Argentina se hizo a sangre y fuego desde comienzos de la Revolución de 1810 y concretada desde 1880 con los conservadores, con asesinatos, pactos oscuros como le gusta llamar a él a los países no alineados con el capitalismo salvaje, como Cuba, Nicaragua o Venezuela.


Antes que hacer una analogía del cuento de Borges, (Biografía de Tadeo Isidoro Cruz) para mostrar la Argentina capitalista que quiere, podría haberse referido a Funes el Memorioso, que trata de la memoria prodigiosa, el esplendor de la narración de un hombre que a pesar de tener ése supuesto regalo de la vida, es en realidad un dolor obtuso que lleva a cuestas: Funes no puede pensar, no puede razonar, es incapaz de ideas generales. Tanta memoria lo enceguece. Parece ser que ésta analogía es más sincera, puesto que se lo presentó como tal, de una prodigiosa memoria, Pichetto cayó en sus sueños de ésa maldición para narrar y decir, pero incapaz de ver la realidad general de las cosas, de ver a la gente de carne y hueso.

Digo ésto para referirme a una cuestión. Pichetto señaló de manera firme y sin que se le caiga un pedacito de vergüenza una idea que trae para difundirla y hacerla correr; mientras enfrentaba el micrófono cómodamente sentado en ése primer piso del salón de la calle Sáenz 160, justo arriba de un súper chino, vino desde zona norte, Olivos para decirle a los de «zona sur», que Juntos es la única fuerza capaz de sacar al país con trabajo, educación y crecimiento.

Admiro su desmemoria Picetto, pero no se le cruzó por la cabeza siquiera decir que el ex presidente Macri -del cual fue su candidato a vicepresidente en 2019- dejó al país en la ruina con una deuda con el FMI de 45 mil millones de dólares, con una de las inflaciones más grandes de la última década, con tarifazos salvajes y salarios depreciados a la mitad de lo que tenían a 4 años de su mandato, por señalar algunas cuestiones?. Todo éso sin pandemia y con mucho bridge.


«Los países que crecen que dan empleo tienen dos ejes centrales: el capitalismo tienen reglas de mercado, hay libertad, no hay cepos, restricciones y crecen», destacó la eficacia del libre mercado y que nuestro país debería ir hacia éso. No dijo nada acerca de las diferencias estructurales económicas, industriales y de poder de ésos países con respecto a los países en vía de desarrollo. No dijo que si hay libre mercado entre todos, seríamos más esclavos porque jamás podríamos competir. Y no es real que los países «centrales» no ponen cepos o retenciones: algunos no lo hacen hacia adentro pero si con los países con los que intentan comerciar, ponen sus reglas siempre para que las ganancias sean de ellos.

No dice que la concentración de capital en pocas manos no es distribución de la riqueza, y que los mayores productores de pobres en el mundo son ésos poderosos que ejercen fuerza capitalista. Y no soy ni marxista ni trotskista ni chavista. Soy periodista de un mundo que cree en un capitalismo diferente al de Pichetto, selectivo y meritocrático. Creo en que todos tenemos derecho de acceso a buena educación, trabajo, salario, salud y vivienda y debemos tener posibilidades, oportunidades para desarrollarnos, y que la política es un muy buen camino para generar mejoras sociales.

Finalmente aseguró que son «una estructura política con responsabilidad «-Juntos- que por éso votaron a favor el acuerdo en el Congreso con el FMI, «para no caer en el default» aseveró.

En fin, una charla de la que esperaba más propuestas, ideas, salidas positivas y no críticas y analogías del pasado para dejar contentos a los presentes en el salón.



Por su parte, Guillermo Viñuales acompañado de casi todo el bloque de concejales de Juntos en Lomas -menos Silvia Sierra-, de consejeros escolares de ése espacio político, acompañó a Pichetto desde el Bar Dalí, lugar en donde mantuvieron un encuentro previo a la presentación del libro.

Arrancó la presentación con agradecimientos y dijo: «si solamente seguimos la ola del momento, sino estamos dispuestos nunca a levantar la cabeza, sino estamos dispuestos a revelarnos dejamos de ser lo que somos, nos convertimos en empleados, funcionarios; estamos peleando para que nuestros barrios, nuestra provincia y la nación estén mucho mejor y para que nuestros hijos no se vayan».

Viñuales aseguró que va a continuar recorriendo Lomas de Zamora, con reuniones en casas de familia o en la vía pública, con referentes religiosos, comerciantes y otros. Refirió que cada mes o tal vez cada quince días, vendrán otros referentes de Juntos al Distrito para dar charlas y mantener contacto con vecinas y vecinos porque no quieren hacer política entre políticos sino con la gente.

También mencionó que Miguel Angel Toma está trabajando con su equipo con el resto de las fundaciones de Juntos, el tema de fondo de seguridad, de defensa, de terrorismo y narcotráfico.

 

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