¿El Gobierno que quiere perder?

Los gobiernos que no hacen lo que el pueblo eligió sin dudas van hacia un barranco, y se caen a pedazos. En ésta discusión entra la forma en que se desarrolla el poder popular, llamado Democracia, más allá de la pandemia y la enorme deuda que dejó el macrismo con el FMI, que está pagando Fernández.


El primer golpe que recibió el electorado y seguidores de éste gobierno, fue la causa Vicentín. Ése fue un golpe artero, porque ya venía discutiendo tanto el peronismo como kirchnerismo la inacción del presidente Fernández para buscar la forma de enjuiciar a Mauricio Macri, sobre quien pesan muchas causas, aunque ya sabemos que tiene comprada la Justicia y en ése caso, es dejado en libertad.

La empresa adeuda actualmente unos U$S 1.574 millones. Entró en cesación de pagos en 2019, realizando una de las mayores estafas a millones de argentinos: al Banco Nación por al menos U$S 300 millones, a otros bancos públicos, a productores agropecuarios, cooperativas, acopiadores, y a otros acreedores que son en general bancos extranjeros (por otros U$S 500 o 600 millones), utilizando a su vez como pantalla a la Bolsa de Cereales de Rosario. Sin contar los fraudes y las maniobras de la operatoria de la empresa con la subdeclaración de exportaciones o liquidación de retenciones, así como las amenazas de despido a sus trabajadores o el no pago a sus 5.000 empleados una vez avanzada la causa.

La cuestión de bajar la inflación se cayó a un pozo. En ése intento de expropiación que no llegó siquiera a la esquina, por éstas cosas del presidente Fernández de decir algo y al momento desdecirse, los precios comenzaron a aumentar de manera exponencial. Tal caso aceites, harinas, alimentos de primera necesidad. Y pasa ésto porque no hay decisión política.

Hoy 11 empresas concentran el 99 % de la exportación de aceites y derivados de soja (datos de 2021, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca), 10 empresas concentran el 90 % de la exportación de granos, legumbres y otros derivados, y estos productos forman parte de la mesa de los hogares populares, vuelve la pregunta: ¿Qué pasó con Vicentin acopiadora, aceitera y productora de derivados de oleaginosas y granos, que estaba en el ranking del top 10 de las mayores exportadores de granos del país? ¿Qué pasó con la llamada «soberanía alimentaria»? 

Luego lo que causó un cisma que apenas fue quejarse por redes o ponerse a llorar en las cámaras de legisladores, el acuerdo con el FMI. Los más «progre», La Cámpora en la figura de Máximo Kirchner decidieron desentenderse de la decisión del presidente Fernández, al renunciar a la presidencia del bloque oficialista en diputados.

Esa fue toda la lucha que hicieron los oficialistas, tanto funcionarios como legisladores y la militancia. La queja, el lloriqueo, pero ninguna decisión de fondo.

Cuando fue la adecuación de subsidios al gas y la luz, otro de los enormes perjuicios a las mayorías populares, por su forma y por su elección de lesionar a los que menos tienen. Los pobres se tienen que poner el cartel en el cuello, ingresar a unas páginas de internet, rellenar una serie de datos, y esperar a ver si tenés quita de subsidio o te lo dan completo. Todo «cartelizado», digitalizado para complicarte la vida. Hoy día sucede lo mismo con el aumento a las prepagas en donde la gente debe ingresar a Afip, con clave y ahí comenzar un derrotero digital para que no le cobren más de lo que deben o acceder a una reducción de dos pesos (una manera de decir que es muy poco; buscar superintendencia de servicios de salud)

Otra causa asociada a Vicentín es el tema de las vías navegables internas, el Río Paraná por donde los buques extranjeros en consonancia con empresarios evasores y estafadores del puerto de Rosario, sacan las riquezas del país a precios viles para el Estado, es decir, para los Argentinos.

Causales conectadas por la inacción de todo el Frente de Todos, culminá con el intento de asesinato de CFK, vicepresidenta de la Nación. Cualquiera se anima por algo de financiamiento a perseguir, investigar y en éste caso intentar asesinar con disparos de armas de fuego frente a las cámaras de TV y miles de militantes que la custodiaban.

Imaginen si pueden asesinar o intentar asesinar a una vicepresidenta o una figura política mundial como Cristina Fernández de Kirchner es porque los resortes institucionales, de acción del poder están vacíos, laxos, no funcionan por falta de competencia por inacción o por corrupción.


Y todo va de la mano con el intento de asesinato de CFK y la necesidad del poder de sacarla de la discusión electoral, es decir, de proscribirla electoralmente. La lectura de dejar avanzar a la derecha y el poder económico, hasta la Corte Suprema hace que haya un vacío institucional propicio para el desmantelamiento del Estado en favor de los ricos.


¿Y la oposición?

Sin hacer nada se va quedando con puntos del electorado. Lo que hace la oposición en la Argentina es lo mismo que hizo cuando fueron gobierno con Mauricio Macri, endeudarnos, aumento de todos los servicios de manera indiscriminada, persecución social y política/gremial, reducción de salarios, destrucción de las pymes, corrupción estatal, negocios con el Estado para su provecho, y puedo seguir por largo rato.

Es decir, una oposición degradatoria de los derechos, históricamente conservadora y economicista, liberal con la entrega del patrimonio nacional. Y el Macrismo cayó por su ineficiencia por no poder cumplir siquiera una sólo de las promesas de campaña, aún así el pueblo dejó de confiar en ése gobierno por la inflación, los aumentos desmedido y la falta de trabajo.

Para todos la ecuación es la misma, no le toques el bolsillo a los argentinos porque te bajan del pedestal. Después no importa si te asesinan, si te persiguen, si se putean por televisión, se provocan dicen cualquier cosa, mienten o hacen espionaje la cuestión que no se banca es no poder alimentarse, pagar los servicios y tener una vida digna.

Conclusión

El gobierno de Alberto Fernández puede haber cuidado a la población en materia de salud y alimentación con enorme eficacia durante la pandemia, pero no tener pulso firme para contrarrestar el acuerdo con el FMI con las consecuencias de presión fiscal e impositiva hacia las mayorías, la falta de coherencia en las decisiones en materia alimentaria y con las empresas que generan inflación con la especulación de precios, la debilidad hace que sucedan cosas como el avance a través de la Corte Suprema de Justicia, a través de la evasión, la triangulación, las cautelares judiciales para comprar millones de dólares y vaciar el poder del Estado y la devaluación, son algunas de las cuestiones que llevan a éste deterioro.

Sin dudas que éste bi partidismo del macrismo y el frente de todos no halla el camino, o no quiere hallarlo. Se habla en las calles que todos son «socios» en las ganancias pero el pueblo en las pérdidas.

Puede ganar el macrismo la elección del 2023 sabiendo que sólo les interesan los negocios privados y la utilización del Estado para garantizar junto con sus jueces la impunidad legal? ¿Se puede recuperar el frente de todos bajando la inflación y poniendo dinero en el bolsillo de los argentinos?

¿Hay alguna otra alternativa electoral que enamore a las mayorías?

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