Se declaró de interés público provincial en la sesión de ayer de la Cámara de Diputados Bonaerense, a los jardines comunitarios, clubes de barrio y asociaciones civiles. La ley propiciada por Facundo Tignanelli otorga beneficios para llevar alivio en este momento tan difícil de nuestro país.
La iniciativa establece un sistema de protección de inmuebles, la gratuidad de los servicios bancarios y jurídicos y exceptúa del pago del Impuesto Inmobiliario a las asociaciones civiles de hasta 100 socios o con ingresos anuales totales mayores a la categoría G del monotributo para aquellos inmuebles que se utilicen para fines puntuales
El proyecto ordena retrotraer a diciembre de 2019 los valores que abonan las asociaciones civiles respecto de tasas adicionales por servicios de trámite; otro de los artículos está destinado a la condonación de deudas de documentación anual obligatoria que las asociaciones civiles poseen con la Dirección Provincial de Personas Jurídicas. Entre otras cosas, establece que podrán iniciar el proceso de nacionalización mientras dure el decreto 132/2020.
El diputado Tignanelli valoró el rol de los comedores comunitarios en medio de la pandemia. “Fue muy importante, por eso mediante esta ley, la idea es crear un registro y por último, un tema que fue pedido por muchas instituciones es la inembargabilidad e inejecutabilidad”, completó.
Como disposiciones de emergencia el texto establece “conceder una prórroga especial por el plazo de 180 días para la presentación de documentación post asamblearia respecto de actos de carácter ordinario y que debiesen celebrarse durante el término de la emergencia sanitaria declarada por el Decreto N° 132/2020”
En la redacción de la Ley se destaca la figura de «Jardines Comunitarios», un reconocimiento a tantos años de lucha de estos espacios de organización popular, que con mucho esfuerzo ponen el alma para educar y contener a lxs niñxs aún en los peores momentos.
Fueron algunas de las palabras del presidente de la Cámara, Federico Otermín, y explican de alguna manera el fuerte apoyo que Lomas de Zamora impulsa desde hace años en el Distrito a éstas entidades con más de 6 mil alumnos y docentes comunitarios, que no estaban contemplados dentro del sistema educativo.
En Lomas de Zamora, los jardines comunitarios comenzaron a constituirse como espacios de contención ya sea educativo y/o alimentario para aquellos miles de niñxs que no tenían acceso a la escuela tradicional estatal ni privada, por vivir en barrios alejados de los centros o sin infraestructura inicial; el caso emblemático del Barrio Sebastián, es ejemplo de lucha y trabajo comunitario colectivo. Ellos mismos hicieron de un espacio contaminado y alejado de servicios e infraestructura el lugar para vivir. Construyeron sus casas e instituciones, abrieron caminos, iniciaron servicios en una zona que se podría decir «abandonada». Detrás del Barrio Obrero, detrás del servicio penitenciario y la usina eléctrica, detrás de los fondos de Santa Catalina. Pero al frente de todo, por la dignidad y el ejemplo.
En ése lugar madres y padres que salen a trabajar, dejan a sus hijos en manos responsables educativos de la escuela/jardín que sostiene la misma comunidad: salarios, alimentos, mantenimiento salen de la propia comunidad. Por tal motivo éste puntapié da real apoyatura a lxs «héroes» que sostienen el sistema comunitario y hacen de él realmente Justicia Social y política de Estado.
Finalmente es destacable el trabajo de la hoy diputada Nacional Daniela Vilar, que contribuyó fuertemente a dar apoyo a los jardines comunitarios y al crecimiento del barrio.
