La elección que esperaba Juntos, aún ganando en muchos distritos del país, no alcanzó para tener mayorías en cámaras de diputados y senadores nacionales, como tampoco en territorio bonaerense.

A pesar de la pandemia que destruyó gran parte del tejido productivo y psicosocial, la inversión en materia de salud fue reconocida «en parte» por el electorado, puesto que el «bolsillo» fue el detonante que negó el apoyo generalizado del voto al gobierno de Alberto Fernández.

La oposición (juntos) utilizó en la campaña un hecho delictivo de manera especulativa para ganar votos.

En Lomas de Zamora, ambos partidos mayoritarios -Fdt (Frente de Todos) y Juntos- lograron crecer en sus votos, aunque terminaron repartiendo la misma cantidad de concejales que plasmaron las PASO: 7 ediles Fdt y 5 Juntos.

¿Quién ganó?

Las elecciones y los votos hay que demostrarlos ganados cuando se cumple la voluntad del Pueblo, de los electores, y las promesas. Nunca antes, gana quien cumple su palabra, quien hace y no dice. Gana quien le mejora la vida a las personas que habitan cada lugar del país. Gana no sólo la política, -bastante desprestigiada y utilizada como trampolín para ascensos personales y no colectivos- sino que además, ganan los barrios, las instituciones, la Justicia.

Pero de éso no hay respuesta aún.

La paridad electoral, es como los empates entre clubes clásicos: sino se sacan ventaja no hay de que hablar. Y en política se habla de las ansias incumplidas antes que las respuestas a las problemáticas.

Hay muchísimas distancias y diferencias entre ambos equipos, entre ambos frentes políticos mayoritarios en Argentina: uno busca colectivizar derechos, el otro hacerlos más concentrados para ciertos grupos, ya sean sociales, culturales, o económicos. Así también, uno busca ampliar consensos, el otro achicarlos: el mercado manda, el Estado obedece. Éso es liberalismo.

Cuando Espert o Milei (Avanza Libertad, derecha extrema) dice que para estudiar hay que pagar o arancelar, habla a las claras que el Estado tiene sólo un rol administrador y el mercado es el que ordena y manda.

De hecho los que más tienen tendrán más posibilidades que los más vulnerables; éstos últimos no podrían acceder a educación sí hoy no hubiesen universidades públicas laicas y gratuitas en todo el país.

Algo similar piensa la derecha y el liberalismo Pro/libertario con el trabajo:  generar más ganancias empresarial a costa de la pobreza del trabajador, quitarle derechos a los trabajadores/ as como aguinaldos, participación ganancial sobre la producción, vacaciones, hasta la propia jubilación. Ese es su deseo eterno.

Privatizar es su modelo, para que ganen los empresarios y no los trabajadores, puesto que el Estado, dicen ellos, no sirve para garantizar ganancias y derechos.  La derecha no da derechos sino que intenta quitarlos, sino fuera por las luchas sociales que los mantienen.

Pongo éstos ejemplos para viralizar las posibilidades de cada uno.

Por su parte el FIT que nuclea a casi toda la izquierda en el país está en las antípodas -el menos en los discursos- de ambas fuerzas políticas: Fdt y Juntos -liberales incluidos-. Busca más derechos para la clase obrera, y su participación en la conducción de las empresas y gobiernos; busca no pagar la deuda externa y generar mejor y más trabajo para jóvenes expulsados de los ámbitos laborales posibles. Crece año tras año aunque no le alcanza aún para ser un gran partido que gobierne los destinos argentinos. La crítica dura señala a los candidatos principales del FIT defensores de trabajadores y obreros, como candidatos que jamás trabajaron.

Con toda ésta masa se hace la torta en la que se dividen los poderosos las esperanzas de los ciudadanos.

Ante una clase política, judicial y oligarca rica, las mayorías se encuentran esperanzadas en salir alguna vez a flote, sin deudas, sin inflación, con buenos salarios, ganancias de la clase obrera, estudiantes por todos lados y cultura en las calles.

Sin embargo las mayorías no lo logran: la inflación se come el poco salario que logra, hay un 50 por ciento de nivel de pobreza y exclusión, un Gobierno Nacional que se deja llevar por las coyunturas políticas y una derecha que busca mano dura y seguridad antes que dar respuestas por una deuda de 44 mil millones de dólares que fugó como gobierno el macrismo. Cosas inexplicables pero que están ahí.

Luego vienen los datos duros, los que dan el premio. He aquí lo que les interesa:

• Cámara de diputados nacionales Fdt 120 contra 115 de Juntos, ninguno logra el quórum propio (129); senadores nacionales con mayoría del FdT 35 contra 31 de Juntos pero, no logra quórum propio -37 senadores-.
• Legislatura de la provincia de Buenos Aires, con mayoría del FdT en diputados 42 a 41, y paridad en senadores: 23 a 23 con definición de la presidenta del cuerpo, Verónica Magario.
• El gobernador Axel Kicillof (FdT provincia de Buenos Aires) aumentó el caudal de votos bonaerenses en 580 mil votos más que en las PASO lo que le permitió dar un panorama favorable en la legislatura provincial
• Juntos sumó 330 mil votos más que en las PASO en la provincia de Buenos Aires.
• Santilli (Juntos) y Tolosa Paz (FdT) quienes encabezaron listas de diputados nacionales, pasaron a segundo plano, mientras que en provincia aumentó su imagen el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde quien llevó a los intendentes a redoblar esfuerzos para emparejar la elección; en Nación Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados Nacionales logró sintetizar acuerdos entre el presidente Alberto Fernández y el PJ bonaerenses, sumar visibilización con las obras dirige su esposa al frente de AYSA; también logró elaborar acuerdos en diputados para un programa de transporte que movilice a la gente, recursos para las provincias y la vuelta de los extranjeros, transformación de planes en empleos, obras ferroviarias, entre otras cuestiones.
• Macri y Bullrich no quedaron en segundo plano, si María Eugenia Vidal a quién responsabilizan por la pérdida de 10 puntos electorales en CABA y la disputa inconsulta por la presidencia de la Cámara de Diputados.
• Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño quedó descapitalizado políticamente ante el triunfo de Juntos puesto que Bullrich (Patricia) hizo los acuerdos más duros y victoriosos con diferentes candidatos provinciales en especial, de Córdoba y Santa Fe.
• El radicalismo, la UCR de Manes y compañía quedó nuevamente relegada y a gritos pide ser incluida. Habrá que ver que disputas surgen al respecto.

Lomas de Zamora

Tiene sus números propios, aunque el panorama de ediles logrados no cambió con respecto a las PASO: 7 concejales para Fdt y 5 para Juntos.

La mayor afluencia de votantes, que fueron buscados por cada sector político partidario sumó en cantidad de votos pero no en cantidad de bancas.

Así mientras en las PASO el FdT sacó 43,27% (137.705 votos) en las generales del domingo sumó un 47,24% (170.677 votos) unos 33 mil votos más, aunque la asistencia fue de 64,87 a 69,09 por ciento.

Por su parte Juntos en las PASO logró un 33,20% (105.652 votos) y en las generales un 33,39% (120.638 votos) unos 15 votos más.

El HCD local quedará conformado a partir del 10 de diciembre con 17 concejales del FdT con quórum propio, Juntos con 6 concejales y 1 de Cambiemos.

Cabe destacar que la actual concejal Silvia Sierra, que fue candidata a diputada provincial no ingresó puesto que estaba en 8avo lugar e ingresaron 6, asique continuará en su función.

La lista oficialista la encabezó el secretario de Salud, Mariano Ortega quien estuvo al frente del plan de vacunación local, y la lista de Juntos encabezada por Cecilia Gómez, actual empleada municipal -planta permanente- que estaba con licencia por la campaña, volvió a sus tareas en el cementerio local..

Por su parte el FIT logró 7,68%; Avanza Libertad, 7,64 (27774 y 27625, respectivamente). Ambos partidos no logran alcanzar el 8,33% requerido para lograr el ingreso de un edil, y muchos de los votantes de ésas fuerzas (más de 55 mil) se preguntan, porqué nadie los representa en el HCD local?

Es porque el sistema está diseñado para que sólo las mayorías partidarias logren resultados con representaciones, cerca de 30 mil votos para lograr una banca a concejal. Los partidos pequeños o vecinales difícilmente puedan costear unas internas y elecciones generales, y encima lograr ése porcentaje de votos.