Opinión – Renuncia de Máximo K a la presidencia del bloque de diputados del FdT


A propósito de la renuncia al bloque de Máximo K, no espanta tanto como el acuerdo que deberá pasar por el Congreso Nacional para refrendarlo o mejorarlo. Lo cierto es que la mayoría de los bloques opositores están a favor del acuerdo; ahora, ¿el oficialismo, con la renuncia de Máximo K, se dará cuenta que éste refinanciamiento va a traer gravísimas consecuencias para el país y su gente?


Hay dos componentes importantes en ésta  cuestión: el político y el económico.

En lo político las diferencias dentro del FdT (Frente de Todos) son evidentes: critican un mal acuerdo, y a su vez también que hasta ahora no haya prosperado ningún intento de denuncias contra el macrismo -Macri en especial- por haber contraído éste crédito. En lo económico la renuncia de Máximo K muestra el desacuerdo de diputados y las mayorías populares no sólo por no haber realizado una «re estructuración en lugar de refinanciamiento», sino además porque el gobierno reconoce la deuda al aprobarla en el Congreso y no avanza con la investigación través de la Auditoría General de la Nación y luego en la Oficina Anticorrupción.

Cierto es que el Primer Mandatario denunció el endeudamiento de Macri ante la ONU en septiembre del año pasado y también lo hizo en su mensaje de apertura de sesiones del Congreso 2022.


Que Máximo Kirchner haya renunciado a la presidencia del bloque de diputados del FdT no es poco cosa.
En primer lugar sienta una postura de «disconformidad«, enfrenta las decisiones del presidente Alberto Fernández y la decisión del ministro de Economía, Guzmán por lo que considera un mal acuerdo realizado por el gobierno argentino con respecto al FMI.
En segundo lugar no debilita la unidad del FdT, al menos lo que hace es corregirla y encausarla para debatir, para sentar posiciones y mostrar en donde se está parado. Si lo logra, sale firme frente al electorado, sino se llevará puestas varias consecuencias. Una jugada interesante de lectura política en donde interpela el poder de decisión del presidente de la Nación y el crecimiento de Massa como presidente de la Cámara y líder del Frente Renovador en todo el país.
En tercer lugar lo pone en un lugar de expectativa electoral primordial, puesto que con ésta decisión abre la posibilidad de mostrar que el «verdadero» sentimiento popular y de enfrentarse con los poderosos lo tiene en su adn, tal como lo hizo su padre Néstor en 2002 cuando realizó los pagos al FMI y se deshizo de ellos por un tiempo.

Es una jugada política y pre electoral, aunque falten casi 2 años para las elecciones. Lo posiciona ahí, en el lugar de decisión clara a lo que piden las mayorías que votaron a éste Gobierno. 


Datos
Cada argentino debe unos 5 mil dólares al nacer.
Argentina viene pagando más de 15 mil millones de dólares de deuda al FMI y a los acreedores privados en éstos 2 años del gobierno de Alberto Fernández. (ver video de Leopoldo Moreau al final)
La política económica la marca el presidente de la Nación. En éste caso ¿podríamos decir que el acuerdo de «refinanciamiento» de la deuda que hizo Guzmán -ministro de Economía- la hizo porque le gusta pavonearse por los pasillos de la mayor financiera mundial (FMI)?
Nuestro país tiene una deuda de 323 mil millones de dólares que forman un 88 por ciento del PBI. De ése enorme monto el 65 por ciento es deuda fue por emisión de títulos públicos realizados por el PEN.
Un 21,8 corresponde a la deuda con el FMI y un 8,4 por ciento a la deuda de títulos emitidos por el Tesoro Nacional.

Con éste panorama si el Congreso Nacional apoya el acuerdo del Gobierno, todas éstas cuestiones de intromisión en la economía y desarrollo de Argentina, con restricciones sociales y rebaja de salarios, aumentos de tarifas, entre otras, convertirá al gobierno popular de Fernández en uno de los socios neoliberales más certeros.


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