Fútbol, donde todo se mezcla y se diluye

La multitudinaria demostración de pasión por la selección de Fútbol Campeona del Mundo Argentina vista ayer, no es mensurable desde un sólo punto de vista del análisis periodístico, ya sea sociológico, cultural o político. Desde éstas miradas podemos explicar parte del sentir argentino, en donde la pelota ocupa lugares que otras instituciones o espacios de la vida nacional, no ocupan desde hace años ¿Descreimiento, decepción, falta de esperanza? es lo que surca el cielo de los posibles, ante tantas respuestas.


La pasión, como sentimiento de sentir o sufrir abre innumerables caminos para explicar la reacción colectiva ante un hecho histórico y social como la obtención del campeonato del mundial de fútbol Qatar 2022, por parte de Argentina, su selección. La demostración de ésta pasión, ése amor, ésa esperanza de volver a ilusionarse y creer en algo que haga bien, que reconforte. Catársis colectivo, esperado de cientos de miles de jovenes mujeres y varones, pibas y pibes, familiar con el corazón dibujado en la sonrisa.

Una entrega de felicidad pocas veces visto, algo que no logran políticas /os, medios de comunicación con sus periodistas comprados, jueces y fiscales que dañan la vida social común todos los días con la barbarie que se vive en cada noticia en cada dolor de no saber cómo vas a poner un plato de comida en la mesa familiar.

Un mensaje directo: un deporte, un grupo unido, una camiseta que se transpira para lograr felicidad. Podría ser analogía de fábricas que abren y dan trabajo, educación sin pibes en las calles, servicios públicos y privados para seres humanos no números del mercado, un pibe como Lio Messi que enamora e intenta mil veces avanzar sobre fuego amigo y enemigo, y logra sacar la esperanza de los corazones que estaban cerrados.

Yo pienso al país de manera integral, nadie puede ser feliz si las mayorías están tristes. Políticos/as, funcionarios son un pequeño grupo feliz mientras millones están tristes porque no tienen laburo, porque su moneda nacional no vale nada aquí en nuestro país ni en los países de frontera. Veía con estupor en una panadería de Recoleta el menú para navidad: un cerdo asado 35000 pesos, si compramos 2 cerdos supera largamente el salario mínimo vital y móvil (62 mil pesos) que cobra el 70 por ciento de los argentinos, de ahí hacia abajo. Te acordás cuando un careta ex ministro radical dijo que las tarifas estaban bajas, que valían 2 pizzas? Analogías

Esos 5 millones de argentinos que salieron a festejar, a sacar y convertir la bronca en amor y felicidad, no saben de jugadas en off side, fuera de lugar, saben de defender y disfrutar, de marcar y convertir, no sólo goles sino ésa materia de base, ése pedazo de Patria sublevada que dice Viva Argentina!

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