Mauricio Macri generó de manera estructurada su nueva derecha. Descartó a Larreta que lo enfrentó; descartó a Bullrich quien quiso ser su felpudo, y terminó ella pisoteada. La política actualizada por el empresario y ex presidente de la Nación, giró en torno al representante de la motosierra, porque es más extremo y duro que las supuestas palomas y halcones. Ahora son buitres.
Bridge de por medio y vacaciones constantes son las fuentes de inspiración del creador de frases tales como, ésa te la debo o el mar está lleno de agua. Ya su padre, Franco decía, que no servía para mucho y era corruptible. Y en algo tenía razón; el fraude es su estilo. Mintió en sus declaraciones a los argentinos con lo que no iba a hacer e hizo: tarifazos, inflación, destrucción de pymes e industria, desinversión educativa y de infraestructura de obras públicas, entre otras cuestiones más graves como la toma de deuda con el Fondo Monetario.
El fraude también se visualizó durante la campaña electoral. Jugó en contra de Larreta y a favor de Bullrich; una vez que lo logró comenzó a jugar a favor de Javier Milei no de su candidata. Era obvio que sabía que el candidato potable se podía quedar con la suma del poder si lo dejaba. Destrucción de Juntos por el Cambio. Conformación de una nueva derecha, que utiliza a través de la figura de un fascista para alcanzar objetivos claros, y sin culpa: extranjerización de todo lo público; de los valores y signos nacionales; de la economía al poder del mercado.
La pregunta es que hace el radicalismo dentro de Juntos. Tiene gobernadores, intendentes, concejales en todo el país. Algo que el PRO no tiene. Hoy Horacio Rodríguez Larreta tiene el poder de decidir, si sigue siendo un títere callado de la política macrista, o se hace fuerte a través de acuerdos con fuerzas afines, no beligerantes, no degradantes del ser humano. En definitiva Larreta es un demócrata, porque si queda incluido dentro de éste esquema fascista pierde el poco poder que le dejaron.
El discurso del odio, anti peronismo, anti K es la batalla por sostener un modelo concentrador, represivo, individualista y en donde el Estado es enemigo sino permite dominar la política económica al dios mercado.
La trampa está puesta. Algunos caerán y serán responsables del desastre si apoyan a Milei. Unos lo harán por odio, otros por ideología, otros por obediencia partidaria. Muchos tienen la posibilidad de hacer posible un país con propuestas, ideas y pensando en el bienestar de las mayorías.
