Más de 40 mil millones de dólares en letras de liquidación. Un papel del Estado generado por el macrismo para secar de pesos el mercado y que no vaya a la compra de dólares. Hoy los bancos, se llenan de plata gracias a la especulación financiera.
El mejor equipo de los últimos 50 años, como se hacía llamar el equipo de economistas de Macri durante su gobierno, sin dudas podemos afirmar que lo fue. En cierto sentido, hay que comprender que para sus negocios privados utilizando el Estado fueron muy eficientes. Se llenaron de plata y llenaron de plata al sistema financiero, menos a la gente al país, que sólo le dejaron deudas y dolor.
El ministro de Finanzas Luis Caputo y su par de BCRA Federico Sturzenneger crearon títulos de deuda del Estado en 2018. Salieron a ofrecer el papel pintado a una alta tasa de interés para que sean atractivos, llamados Leliqs -Letras de liquidación-. La idea del equipo endeudador fue secar el mercado de pesos para que los ahorristas no vayan al dólar y también para frenar la emisión monetaria. Dejaron una enorme deuda de títulos, unos 40 mil millones de dólares hoy.
El gran negocio fue siempre para sistema financiero. Hoy el BCRA ofrece un 133% de interés a éstos papeles pintados, que todos los argentinos pagamos. La historia viene prendida de la mano de los plazos fijos. Por éso hubo revuelo en la economía cuando Javier Milei le pidió a los ahorristas que no renueven sus plazos fijos bancarios.
La maniobra es un gran negocio para los bancos: los ahorristas generan plazos fijos para intentar no perder dinero por la inflación, creyendo que el 11 por ciento que le da de interés el banco le asegura mantener su plata. Pero siempre pierde porque la inflación es superior siempre.
Con ése dinero de los plazos fijos, los bancos comerciales que son las únicas entidad que pueden comprar, salen a buscar la Leliqs que dan un 133% de interés. Si se fijan la enorme diferencia ya todo está dicho. Los bancos ganan millonadas con la plata de la gente gracias al BCRA y a ésos títulos de deuda.
Las LeLiqs, que emite el BCRA y que solo pueden adquirir los bancos, pagan más interés que los plazos fijos y producen pingües ganancias al sector financiero. Los bancos privados, en mayo, por pasar los depósitos al BCRA ganaron 19.638 millones.
Ahora imaginen que los ahorristas no renuevan sus plazos fijos, los bancos no tendrían más especulación financiera y saldrían a querer cobrar los títulos que compraron. Y así el BCRA debería pagar millonadas de dólares que no tiene, puesto que ésta deuda de títulos públicos en manos de los bancos duplica el PBI argentino.
Como corolario de éste desórden generado por el mejor equipo de los últimos 50 años Macri, Caputo, Sturzenneger se le suma la deuda en dólares al FMI por 45 mil millones de dólares. Y éstos economistas que hacen negocios privados siendo funcionarios públicos, hoy van a conducir los destinos del país gracias a los libertarios y Javier Milei que los vuelve a poner en la zona de negocios.
Ésa deuda, ésas leliqs que compran los bancos con ganancias enormes por su alta tasa de interés la pagamos todos los argentinos, gracias a los plazos fijos. La gente cree que cuida su poca plata colocándola en el banco para que le de «2 pesos» y no sabe que por el lado financiero se está endeudando de por vida.
Suerte a todos, porque de ésta trampa así no existe salida para las mayorías.
