Shows, con la plata del Estado mientras se pudre la comida con 20 millones de pobres

El presidente Javier Milei disfruta de un show en el Luna Park con el fin de promocionarse con fondos del Estado argentino. Unos 85 millones de pesos para mostrarse con un ego sin precedentes junto a su comitiva de la casta política. Afuera, millones de personas que sufren la suba interminable de tarifas, de los precios de alimentos y la pérdida de fuentes de trabajo se enteran que más de 5 millones de kilos de alimentos se pudren en galpones a lo largo de toda la República. Aunque el acopio de alimentos sin entregar del gobierno libertario de Javier Milei llega a millones de argentinos, el acto solidario popular se da en muchas barriadas como la que hace la Ong Sal de la Tierra, en la Cava de Villa Fiorito, Lomas de Zamora.

El juez federal Sebastián Casanello le ordenó a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que arme un plan para la distribución inmediata de los alimentos que tiene estoqueados en depósitos. Aunque la ministra de Capital Humano entregue los alimentos retenidos y acopiados, ésa acción está consumada como la demostración del ataque para extorsionar, tanto a las organizaciones sociales como a gobernadores. Sino hacen lo que pedimos, no hay distribución de recursos.

El magistrado hizo un lugar al planteo realizado la semana pasada Juan Grabois, quien exigió que se obligue al Ministerio a repartir las cinco millones de toneladas de alimentos guardados, un reclamo que formuló ayer el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea.

Hace una semana integrantes de organizaciones sociales fueron perseguidas, montado todo un circo periodístico, para castigar la supuesta corrupción y manejo de sus dirigentes. Sin prueba alguna fueron detenidos y luego, puestos en libertad porque fue insostenible la denuncia.

Luego de innumerables peleas del presidente Milei con presidentes de la región y Europa, y después de haber bajado su libro la Editorial Planeta por datos mentirosos en su editorial, el libertario quiso cumplir el sueño de pibe de cantar en el Luna Park, hacerse el showman pero con la plata del Estado. La casta en pura acción. Ya fue desmentida por la propia editorial Planeta que haya pagado los gastos del evento, y difundió un comunicado que asegura que Milei cedía todos los derechos económicos de su obra. Es decir, lo hizo con la tuya y la de todos.

Hasta ahí el pan y circo de cada día de los libertarios, mientras los indicadores sociales y económicos estallan en plena calle. Primero en Misiones, luego Corrientes y Mendoza. Caída de empleos, destrucción de la industria de cooperativas yerbateras, despidos masivo de empleados, salarios de miseria para policía, trabajadores de la salud y la educación. Todos parches para salir de la coyuntura, con aumentos proporcionados en la inmediatez, que no conforma a niingún sector.

Mientras Milei y Caputo, su ministro de Economía, extorsiona dándole recursos a los gobernadores que lo apoyan con leyes, el gobierno libertario instala una cuestión simbólica en el imaginario colectivo de la sociedad argentina: las empresas del Estado son deficitarias por éso hay que privatizarlas; la educación es obsoleta y docentes son adoctrinadores, hay que destruir los sindicatos y privatizar la educación. La comunicación descarnada y su falta de humanidad lo lleva al escarnio constante, los actos de agresividad son su estandarte y la incapacidad de generar políticas para las mayorías muestran su nivel de desentendimiento con la sociedad.

Petovello, la espada ejecutora del hambre

Entiendo que los ejecutores de políticas hambreadoras lo hacen por múltiples motivos, pero el que más impacta y cuesta comprender es la falta de humanidad, de valores y mirada estratégica. Ahora, cuando por un cargo un funcionario ejecuta políticas anti populares, y en éste caso retener 5 millones de kilos de alimentos mientras todos los indicadores en la calle y en los barrios y familias trabajadoras y que subsisten señalan que hay indigencia, pobreza y descarte, la cuestión ya se considera desde el punto de vista humano, como desvalorizar la vida y desde lo legal, un delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Más allá de ésas figuras, que poco interesan a la gente pero sí a lo institucional, irrumpe en las barriadas la mano extendida de Ong,s que hace años cubren con trabajo solidario y colectivo, necesidades de los más abandonados, desprotegidos y fuera del sistema.

En Lomas de Zamora la Ong Sal de la Tierra de la Cava de Fiorito que conduce el pastor evangélico Leo Álvarez con un enorme grupo de colaboradores desinteresados, desde hace años acompaña la tarea de abrazar, de sonreír y dar una palabra de aliento y Fé, pero también de alimentar a los pibes y pibas, a los impedidos, a familias enteras que viven hacinadas, y que tienen servicios de baja calidad como agua, luz y edilicia.

Fuera de los soliloquios ególatras de la palabra, la carne se hace comida y ayuda. La solidaridad se traduce en la ayuda del gobiero de la provincia de Buenos Aires, en donde Axel Kicillof y su ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés «Cuervo» Larroque bajan a través de la Ong alimentos, ropa, frazadas y todo lo que necesitan para cubrir al menos, lo que Petovello, Caputo y Milei le quitan a los argentinos: la dignidad y el alimento.

La falta de coherencia llega al punto en el que la ministra de Seguridad de Nación, Patricia Bullrich dijo: «El Ministerio de Capital Humano no se guarda nada, todo lo contrario. Lo que no hace es permitir que se roben la comida«.

Es decir, no la entrega a los hambreados, la guardan para que no se la roben? La estigmatización es una simbología peligrosa que instala éste gobierno que ejecuta políticas de miseria, y pobreza. Y en ésta ocasión cayó sobre las orgnizaciones y movimientos sociales, en donde le han quitado los alimentos a comedores, merenderos y todo el país, aún cuando el 90 por ciento de ellos hace lo que el Estado no: distribuir alimentos comprados con los impuestos que paga la gente. El Estado está para éso, y si administra debe invertir en toda materia, no guardarlo o quitarlo.

Finalmente, el relato de Javier Milei cae por su peso cuando la base dura de su programa es mucho más cruel y denigrante si se aprueba la Ley de Bases en el Congreso de la Nación, y la degradación humana llega al punto de escupir sobre todos los dirigentes, funcionarios y habladores que apoyan éstas políticas anti sociales. Porque en definitiva, demostrado está, la corrupción y la casta siguen muy viva en éste gobierno y en sus dirigentes.

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